
Todo el mundo cree que el inventor del teléfono fue Graham Bell pero en realidad fue Antonio Meucci (en 1857) que lo invento unos años antes pero le dio el nombre de teletrófono.

En cambio, Graham Bell creó un aparato muy similar años después ( en 1876) y consiguió patentarlo. Entonces Bell se llevó todos los honores, se hizo millonario y fundó su propia compañía telefónica.
Durante años Meucci luchó para que se reconocieran sus derechos e incluso hubo un juicio contra Bell, pero murió sin haber conseguido nada, inmerso en la pobreza.
El 11 de junio de 2002, el Congreso de los Estados aprobó un documento por el cual admitió que el verdadero inventor del teléfono había sido Antonio Meucci y no Graham Bell.